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Tratamiento quirúrgico del cáncer 

El tratamiento quirúrgico de cualquier tumor operable, es el tratamiento de elección, y con el cual tenemos las mayores posibilidades de éxito. No hay ninguna duda, de que si el cirujano considera que ese paciente es candidato a una cirugía y el tumor puede operarse, sería conveniente que propietario de la mascota aceptara esa indicación.  

Es muy común encontrarse con situaciones en las cuales los propietarios deciden “NO OPERAR”, porque el tumor es muy pequeño. Esa es la peor decisión que se puede tomar para la salud de una mascota. Si bien algunas veces, los tumores pequeños permanecen estables por muchos años, la gran mayoría suele en algún momento sufrir cambios biológicos relevantes hacia la transformación maligna, metástasis, y por último la muerte de nuestras mascotas. 

Es importante subrayar la importancia de realizar un tratamiento oncológico multidisciplinar, como la clave para conseguir la supervivencia de los pacientes con diferentes tipos de cánceres (no es solamente operar…). 
Un tratamiento oncológico integral, es clave para la supervivencia de las pacientes con diferentes tipos de tumores. 

En neoplasias malignas muy grandes, y que muchas veces no pueden extirparse en forma completa, también existe una indicación quirúrgica denominada “cirugía citorrreductiva”.

Este tipo de tratamiento quirúrgico para mascotas con neoplasias en estadios avanzados, consiste en sacar la mayor cantidad posible de tejido tumoral, con el objetivo de dejar sólo tumor microscópico residual; por lo tanto el factor pronóstico más importante en estas pacientes es la cantidad de tumor residual una vez hecha la cirugía.

Si se pudiera anticipar que va a quedar tumor macroscópico residual importante, sería mejor empezar con quimioterapia neoadyuvante, y en función de la respuesta obtenida, realizar una cirugía citorreductora adecuada, con el mismo objetivo inicial.  En mascotas con tumores óptimamente citorreducidos ( masa tumoral < 1 cm), que posteriormente se les realiza un tratamiento quimioterapico adecuado, han demostrado obtener una supervivencia global de la enfermedad.

 

Principios de oncología quirúrgica

 

1.     Es crucial resecar parte del tejido normal que rodea el tumor. Los cirujanos oncólogos, por lo tanto, deben saber el modo de invasión de cada tumor, reconociendo que algunos cánceres invaden en profundidad y a lo largo de los planos tisulares.

2.     Si es posible, es conveniente que el cirujano oncólogo que lo opero, sea el mismo que siga al frente de algún posterior tratamiento complementario. Nadie mejor que él, sabe lo que vio.

3.     La primera operación tiene mayores posibilidades de ser exitosa que la segunda.

4.     La metástasis a los ganglios linfáticos regionales ocurre en la mayoría de los carcinomas y en algunos sarcomas.
Es preferible la resección del órgano y los ganglios linfáticos adyacentes cuando ésta puede ser realizada sin gran morbilidad o serio desfiguramiento.

5.     Algunos cánceres (tales como el carcinoma basocelular de piel, condrosarcoma) tienden a ser altamente coherentes, metastatizando tardíamente o nunca, pudiendo ser curados aun en estadios avanzados por cirugía agresiva consistente en la resección de múltiples órganos.

6.     Los cánceres de crecimiento lento con largos ciclos celulares son los más aptos para un tratamiento quirúrgico. Aun algunas metástasis pueden ser resecadas exitosamente, si la historia de un tumor muestra que su progresión es lenta.

7.     Las ventajas del manejo interdisciplinario en el paciente con cáncer a menudo supera las desventajas; por ejemplo, la morbilidad adicional que puede ocurrir cuando la quimioterapia y/o radioterapia son usadas concomitantemente con la resección quirúrgica, se puede balancear con los beneficios de una operación más conservadora o con la disminución del riesgo de metástasis sistemática en el futuro.

8.     Probablemente, las reacciones inmunitarias son importantes en todos los pacientes.

9.     El estadio de la neoplasia (determinado por los procedimientos disponibles), debe preceder siempre al tratamiento quirúrgico definitivo.

 

    Tareas del cirujano en oncología

    1.    Establecer el diagnóstico tisular.
    2.    Resecar las neoplasias localizadas y metastásicas.
    3.    Corregir obstrucciones, detener hemorragias y calmar el dolor.
    4.    Establecer el estadio quirúrgico.
    5.    Insertar y controlar instrumentos terapéuticos.
    6.    Reconstruir los tejidos de daño tisular secundario al tumor o a la irradiación.

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